En esta muestra de Conceptos de Piano voy a presentar algunos ejemplos sencillos de “montunos”. Así es como se llama la figura rítmica sincopada y repetitiva que toca el piano en algunos estilos de música latina, principalmente Salsa.
Para quién no esté familiarizado con esta música, creo que es necesario incluir algunas palabras sobre la clave. La música de tradición afrocubana (para entendernos, Salsa) está basada en una célula rítmica de dos compases llamada clave (ejemplo 1).
Todos los ejemplos en este artículo están en clave 2-3. Para tocar en clave 3-2 basta con comenzar en el segundo compás. Para empezar a familiarizarte con la clave, te sugiero que la toques (dando palmas, cantando, con el pie, etc.) al mismo tiempo que escuchas una buena grabación de Salsa. Si estás en la clave correcta (2-3 ó 3-2) verás que las figuras rítmicas de los vientos y del cantante con frecuencia coinciden con distintos puntos de la clave. Junto con el montuno voy a introducir la línea de bajo. En general el pianista no toca la línea del bajo, pero es esencial tener la coordinación necesaria para tocar las dos partes simultáneamente. De esta forma hay un entendimiento más profundo de la relación entre las dos partes. Te sugiero que practiques primero el montuno sólo y luego añadas el bajo en la mano izquierda. Practica con un metrónomo, primero con el pulso en la negra y después con el pulso en la blanca. Esto es importante porque esta música, a pesar de estar escrita en 4/4, se siente en 2/4.
El montuno más típico básico es el escrito en el ejemplo 1b.
En el ejemplo 2 tenemos otro montuno típico, esta vez la armonía es I-V (Cm-G7). Vemos que, a diferencia del montuno del ejemplo 1b que era una línea melódica, este montuno consiste en alternar una nota del acorde, normalmente en octavas, con un intercalo armónico, generalmente de terceras. Éste es un procedimiento muy común para construir montunos. El pulgar y el meñique tocan la octava y los dedos 2-4 ó 2-3 tocan las notas interiores. Para entendernos, llamaremos a la nota en octavas la nota de apoyo. En este caso, la nota de apoyo es la quinta. No es necesario tocar la nota de apoyo en octavas, pero se hace frecuentemente para reforzar el carácter percusivo del montuno.
Por último, vamos a examinar algunas formas de montunear sobre la progresión de ii-V-I. En este caso, lo más común es “apoyar”el montuno en la séptima del acorde ii. Al bajar a la tercera del acorde V7, esta nota está implicando muy claramente el movimiento armónico. (ejemplo 4).
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